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3. Procedimiento, herramientas y materiales.

Procedimiento para cincelar y repujar.

El cincelado logra el mismo efecto sobre el metal que el de un lápiz sobre un papel: un dibujo con detalles de luces y sombras tan preciso que logra un efecto de verdaderos relieves y profundidades, sin que la superficie deje de ser plana. Si se puede dibujar, se puede cincelar.

El repujado es un trabajo específico dentro de lo que llamamos cincelado. El termino deriva de la palabra francesa ´repulsare´ que significa empujar hacia afuera. Lo que caracteriza al repujado es que permite dar importantes volúmenes en la superficie de la chapa sobre la cual se trabaja. Esto se logra con cinceles especiales para tal fin. Se trabaja por el reverso, es decir, logramos los volúmenes del frente hundiendo el metal por el reverso. Según la superficie a repujar, su forma, tamaño del área y su profundidad, se usarán diferentes "cinceles repujadores".

La labor del orfebre comienza en una etapa previa al contacto con el metal; es la etapa del DISEÑO, donde la creatividad del artista comienza a tomar forma.

Hay dos métodos para abordar el cincelado: el "cincelado francés" y el "cincelado español".

En el cincelado francés primero se perfilan por el frente las figuras del dibujo con cinceles trazadores. Esto permite que el metal desplazado por los trazadores produzca en el reverso un relieve de las líneas cinceladas, lo cual nos permite ver con claridad las áreas a repujar.

En el cincelado español se trabaja directamente repujando por el reverso, sin previo cincelado de los perfiles, y por lo tanto no tenemos las líneas guía que deja marcadas el cincelado francés. 

Con un método u otro, el repujado se realiza de la misma manera.

Cómo somos nuevos en el oficio, vamos a empezar trabajando con el método francés, cogiendo destreza con los cinceles.

Una vez hayamos plasmado y detallado el dibujo en papel, lo fijaremos sobre la lámina de metal. Esta fina lámina, en este caso de 0,7 mm de grosor, la apoyaremos  sobre la pez, que es una mezcla de resina y almagra elaborada por el orfebre, vertida en un recipiente semiesférico. Con un puntero y por medio de golpes, marcaremos a base de un trazo de puntos las líneas principales del dibujo, que nos servirán posteriormente de referencia.

Una vez tenemos todo el dibujo punteado, retiramos el papel de la lámina, calentamos ligeramente la pez para pegar la chapa a ella sin que queden huecos, y trazamos con un cincel trazador. La pez cede ante la presión provocada por los golpes, y permite de esta manera la deformación del metal.

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 Ya hemos cincelado todo el dibujo y lo tenemos marcado por el reverso.

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Despegamos la lámina de metal, le damos la vuelta, calentamos la plancha y la colocaremos  sobre la superficie de pez con la cara posterior hacia arriba, donde podremos ver el dibujo marcado. Una vez  enfriada la pez, la lámina quedara totalmente sujeta.

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Ahora se golpea con los cinceles abultadores y el martillo, de forma que a la placa de metal le van saliendo cavidades en esa cara (protuberancias en la opuesta). Los golpes son suaves pero rápidos y con la mano izquierda debemos sujetar el cincel verticalmente, al mismo tiempo que lo vamos desplazando sobre la superficie de la lámina siguiendo las líneas previamente marcadas. De esta forma  iremos obteniendo en relieve los “volúmenes” deseados. Es a esta técnica realizada por el reverso a la que se denomina REPUJADO.

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Con los sucesivos golpes la lámina se deforma y se endurece por lo que es necesario cada cierto tiempo soltarla de su fijación y recocerla para ablandarla (del orden de 5 a 6 veces por pieza), lo que se efectúa calentándola con un soplete hasta casi ponerla al rojo, y dejándola enfriar a temperatura ambiente.

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Tras concluir esta fase del trabajo ya tenemos esbozada la obra, y obtenidos los volúmenes deseados. Damos la vuelta a la lámina y la volvemos a fijar sobre la misma base de pez, cuidando de que no queden huecos entre ambas. Continuamos  por el lado del derecho, dotando de detalle a la pieza mediante lo que conocemos como CINCELADO, que consiste en retocar valiéndonos de martillo y cinceles hasta lograr un acabado mucho más perfeccionado.

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Golpeamos sobre la pieza con el cincel, que se sujeta con una mano, y el martillo con la otra. Los golpes son continuos, y entre uno y otro se va desplazando la herramienta, que con sus extremos recto, curvo, ancho o estrecho, sigue la traza del dibujo, lo que dará lugar a pequeñas acanaladuras o incisiones sobre la lamina.

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Se marcan los trazos principales y contornos que seguidamente se pueden sombrear con distintos cinceles que disponen en sus puntas de rayado en cuadricula.

Varios cinceles

También se utiliza el cincelado para retocar piezas realizadas mediante fundición, que el cincelador perfecciona.

Las herramientas a utilizar serán: Martillo, cinceles y pez griega, que podemos usarla más o menos dura dependiendo de si vamos a repujar o a cincelar.

Dibujo herramientas

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